Cocaína. El gran quebradero de cabeza
Juan Antonio la mezclaba con tiza para venderla. O con pastillas
contra el dolor de cabeza. Este joven sevillano de 20 años, ahora en
fase de rehabilitación, se puso a vender cocaína para poder conseguir el
gramo que necesitaba consumir cada día. En fin de semana, un gramo no
era nunca suficiente. La coca es una sustancia con alto poder adictivo.
Es la droga ilegal que mayores quebraderos de cabeza genera entre las
autoridades públicas y sanitarias, la que marca el arranque del siglo
XXI. "La cocaína es la droga reina en España", afirma tajante un mando
policial. El clorhidrato de cocaína o simplemente cocaína es un polvo
blanco extraído de la hoja de coca. Suele consumirse aspirada por la
nariz. En 1996 causaba el 5,6% de todas las admisiones en centros
médicos para tratamiento por abuso o dependencia de drogas. En 2005, ya
suponía el 46,9% de esas admisiones.
1 CONSUMO Y EFECTOS
Juan Antonio
curraba en un bar y consumía su gramo diario trabajando. Probó la coca, o
farlopa, a los 16 años. Luego la empezó a mezclar con pastillas,
petas
y alcohol. El clásico caso de policonsumo, una de las características
clave del uso de estupefacientes hoy en día. Poca gente toma una sola
droga. Y la cocaína casi siempre acompaña al alcohol, que es la droga
legal por excelencia. La cocaína fue utilizada inicialmente como
anestésico local en ciertas intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, al
descubrirse su naturaleza adictiva fue reemplazada por otros fármacos.
Poderoso estimulante del sistema nervioso central, crea una fuerte
dependencia psicológica en el consumidor.
"Hay mucha cocaína y a un precio muy asequible", afirma Francisco
Herrera, médico y director de la sede del Proyecto Hombre -organización
que apoya a los que quieren dejar las drogas- en Sevilla. "El mayor
éxito de los
cocaleros ha sido crear un estado de opinión de
modo que pareciera que en el fondo no es una sustancia tan mala". Es un
psicoestimulante que se suele inhalar y cuya fácil absorción permite que
llegue rápido al cerebro. Sus efectos aparecen apenas unos minutos
después de consumirla: euforia, locuacidad, sociabilidad. Inhibe el
apetito, y quita de golpe la fatiga. Aumenta la presión arterial. En la
última encuesta entre población escolar, en 2004, un 7,2% de la
población entre 14 y 18 años la había consumido.
En el estudio que se presentará el próximo otoño se aprecia una caída
de más del 3% en este registro. "Se ha producido un auténtico choque de
trenes entre la oferta y la demanda", explica Herrera en su despacho
sevillano. "Estamos en el país de la distribución, aquí llega toda la
oferta. Existe gran demanda y falta percepción de riesgo: ver gente que
se va al baño a
pegarse tiros se ha convertido en parte del
paisaje". Herrera señala que hay dos perfiles tipo entre la gente que
acude a su centro para rehabilitarse.
Por un lado, los adultos jóvenes, personas de más de 30 años que
llegan a la consulta tras años de consumo, cuando ven que están
arruinando todo lo que habían conseguido. Y por otro, los adolescentes:
"Proceden de familias normalizadas, con aparentes índices de
satisfacción en la vida". El año pasado, los cuerpos de seguridad
españoles decomisaron casi 50 toneladas de cocaína, casi la mitad en
barcos que navegaban por aguas internacionales en dirección a la
Península. "España es el puente de entrada de esta droga para el resto
de Europa", declara un miembro de la Sección de Cocaína de la Brigada
Central de Estupefacientes.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
Su precio al por mayor es de unos 32.000 euros por kilo, una cantidad
que se quintuplica cuando se distribuye en la calle al menudeo. Se
encuentra por 50 ó 60 euros el gramo. El tráfico de esta droga está en
manos de grandes organizaciones internacionales dominadas por mafias
colombianas. Un agente antinarcóticos afirma: "La mejor forma de
combatir estas redes criminales es mediante la figura del agente
encubierto (un infiltrado), pero esta figura apenas se usa en España
porque exige que el topo sea siempre un policía o un guardia civil y,
además, al final siempre quedas al descubierto en el juicio contra los
traficantes". La policía sostiene que aquí apenas se consumen otros
derivados de la coca, como el
crack o el bazuco, comunes en Estados Unidos.
3 RIESGOS PARA LA SALUD
Ideas paranoides y depresión son dos de las consecuencias que se
pueden derivar del consumo crónico y abusivo de la cocaína. La pérdida
del apetito, el insomnio y las patologías respiratorias (sinusitis,
irritación de la mucosa nasal) se encuentran entre sus efectos
orgánicos. "Es muy habitual el trastorno del déficit de atención",
afirma la psiquiatra Marta Llorens, directora de la línea de adicciones
del Instituto de Psiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, en
Barcelona. "Ves que son personas muy inquietas, les cuesta retener la
información, centrarse". "La gente que consume medio gramo o un gramo
cada fin de semana piensa que no es adicta, porque sólo es en fin de
semana, pero lo son", explica Llorens. "La persona que no puede dejar de
consumir es adicta". Ésa es la dificultad que se presenta con la
coca, dice. "Éstos son los pacientes nuevos: no marginalizados, trabajan, les cuesta reconocer el problema que tienen".
CRISTAL. Mojar el dedo en éxtasis
El
cristal es la nueva estrella de la fiesta. Está barriendo
a la tradicional pastilla de éxtasis. El que se vende en España es MDMA
(3-4 metilendioximetanfetamina), es decir, el éxtasis de toda la vida
sólo que en polvo y envuelto en una bolsita de plástico. Se le atribuye
mayor pureza y resulta más caro que las pastillas. "Los que han salido
ganando con esto son los narcotraficantes: les sale mucho más barato, no
tienen que mezclarlo con aglutinantes y azúcares y además, se puede
cortar mejor", cuenta Eduardo Hidalgo, de Energy Control, organización
que acude a los festivales y fiestas a analizar las drogas que la gente
consume para ofrecer información y asesoramiento. El éxtasis o MDMA es
una droga sintética psicoactiva. También se le llama eme, adán, XTC,
droga del abrazo, frijoles y droga del amor. Su consumo se popularizó en
los años noventa.
1 CONSUMO Y EFECTOS
El
cristal provoca una experiencia a mitad de camino entre
la estimulación y la percepción alterada de la realidad. Entre el efecto
de la anfetamina y la alucinación que produce la mescalina. Euforia,
empatía y sociabilidad. Son tres efectos directos: la gente se abraza,
se toca, se besa, se quiere. El éxtasis favorece la desinhibición y
aumenta el deseo sexual. Pero también puede generar inquietud, agobio y
confusión. El
cristal o
eme se vende en polvo, en el
interior de pequeñas bolsitas de plástico. El consumidor moja el dedo
para impregnarlo de polvo y se lo lleva a la boca. El éxtasis
convencional suele ser una pastilla que recibe todo tipo de nombres
(mitsubishis, supermanes)
en función del logotipo que lleva grabado. "Empecé a comer pastillas y
me gustaban un montón porque me relajaban, en vez de espabilarme, como
la
coca", cuenta Rocío, sevillana, de 21 años. Las probó por
primera vez a los 17 años, el mismo día de su cumpleaños. Solía tomarse
unas cinco por noche, todas entre la una y las tres de la madrugada.
La MDMA nació en 1912, cuando la compañía farmacéutica Merck la aisló
de forma accidental. Al no encontrarle una aplicación médica concreta,
se abandonó su investigación. En los años cincuenta, el ejército
norteamericano investigó en este campo buscando un fármaco que forzara a
los prisioneros a declarar. El 1,2% de la población española entre 15 y
64 años toma éxtasis, según la Encuesta Domiciliaria de 2005 del Plan
Nacional sobre Drogas. En los puestos que Energy Control instala en
fiestas, más de la mitad de las consultas son ya sobre el éxtasis en
polvo. Desde esta organización que se centra en intervenciones de
reducción de daños, se argumenta que el auténtico cristal resulta mucho
más caro (entre 120 y 130 euros el gramo) que el que se vende en España:
"Aquí sólo se usa en círculos reducidos", dice Hidalgo.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
La producción del cristal es sencilla, ya que se obtiene en muchas
menos fases que otras sustancias, es más fácil de camuflar y concentra
mejor el principio activo. Suele fabricarse en laboratorios clandestinos
de Holanda, aunque también se sintetiza en España. Las ganancias de los
traficantes son muy superiores a las que consiguen con las pastillas,
según fuentes de la Brigada Central de Estupefacientes. El precio normal
al que la gente compra cristal o
eme oscila entre los 60 y los
80 euros, y de él se pueden obtener aproximadamente unas 10 dosis. El
cristal suele venderse en forma de pequeñas piedrecitas envueltas en una
bolsa de plástico. A veces se consume envuelto en papel de fumar (lo
llaman
bombas) para mitigar el fuerte amargor que tiene al
paladar. También se distribuye en polvo y tiene una alta concentración
de principio activo (por encima del 80%), ya que no lleva excipientes ni
sustancias inertes, como sucede cuando se presenta en forma de
pastilla. El éxtasis cristalizado, según un inspector de la Brigada
Central de Estupefacientes, no fue detectado en España hasta el verano
de 2004, desbancando a las conocidas pastillas que, hasta entonces, eran
una de las drogas más consumidas.
3 RIESGOS PARA LA SALUD
"El problema de que ahora se venda en polvo es que es más fácil que
haya sobredosificación", dice Eduardo Hidalgo. Y unas mayores dosis
hacen que, por ejemplo, sea más fácil sufrir un golpe de calor.
Taquicardia, arritmias, deshidratación y sequedad de boca son algunos de
los efectos fisiológicos derivados del uso de la MDMA. "El consumo de
éxtasis a largo plazo puede producir desestructuración cerebral",
comenta Juan Flores, médico del hospital Arnau de Vilanova, en Valencia.
"Se producen, además, muchas patologías psiquiátricas; cuanto más
consumo, más deterioro cerebral". Crisis de ansiedad, trastornos
depresivos y alteraciones psicóticas se encuentran entre los efectos
psicológicos más comunes si se abusa de este tipo de drogas. El sistema
nervioso central es el órgano diana en este caso. Eduardo Hidalgo, al
frente de la organización de Energy Control en Madrid, suma un dato:
"Hemos comprobado que el consumo habitual afecta a la memoria. Si te
tomas más de 80 pastillas a lo largo de uno o dos años, te acaba
afectando".
GHB. El anestésico depresor
El mal llamado éxtasis líquido es en realidad gamma hidroxibutirato
(GHB). Al igual que el alcohol, el GHB es un depresor del sistema
nervioso central, por lo que no puede ser englobado en la familia del
éxtasis, que es un estimulante. Su presentación actual más habitual es
líquida, incolora (aunque a veces se le echa colorante) e inodora. Tiene
un gusto salado o amargo. La policía y el Instituto Nacional de
Toxicología tienen constancia de consumos de GHB en España desde hace
más de 10 años. Es un producto muy peligroso si se mezcla con alcohol.
1 CONSUMO Y EFECTOS
Es una droga que se disuelve en agua y que se vende en botecitos de
cristal. Los efectos que produce: sensación de embriaguez y
sociabilidad. Los consumidores lo describen como una borrachera, pero
sin resaca. El efecto empieza a la media hora de ser consumida. El mayor
problema que plantea es que es muy fácil pasarse de dosis. ?Tomas un
tapón de botella y puede sentar bien?, afirma Eduardo Hidalgo, de Energy
Control. ?Tomas dos tapones y puedes acabar inconsciente?. Otro de los
efectos que se le atribuyen es el del aumento del deseo sexual. De
hecho, se dice que es afrodisiaco y que puede propiciar estados
placenteros. Desde la web de Energy Control avisan: ?Es muy importante
tener presente que quizá se puedan iniciar o incitar relaciones con
quien inicialmente no te las hubieras planteado?.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado decomisaron el año
pasado 144 centímetros cúbicos del denominado éxtasis líquido. Suele
venderse en discotecas y centros de esparcimiento en unos frasquitos a
un precio de entre 50 y 60 euros, según fuentes policiales. Su
distribución no está en manos de grandes redes. El Cuerpo Nacional de
Policía está preocupado no sólo por el mal llamado éxtasis líquido, sino
por otros productos que suelen comercializarse en los mismos ambientes:
la gamma butirolactona (GBL), que es una sustancia que el organismo
humano transforma rápidamente en GHB. El GBL es un disolvente plástico
de uso cotidiano en la industria química y se vende libremente en
establecimientos de suministros químicos. Este producto, que si se
mezcla con alcohol es peligroso, no está sujeto a control ni
fiscalización, según se queja un inspector-jefe de la Brigada Central de
Estupefacientes.
3 RIESGOS PARA LA SALUD
Taquicardias, palpitaciones y temblores son tres efectos que se
pueden derivar del uso del GHB, recuerda el médico Juan Flores. Se han
descrito casos de depresión respiratoria, delirio, ansiedad y
alucinaciones. Pero ante lo que hay que estar más alerta es ante su
mezcla con el alcohol, que es la responsable de muchos de los estados de
coma que se han dado por consumo de esta sustancia. Su ingestión puede
afectar a los reflejos y a la atención. Conducir o usar instrumentos
pesados bajo sus efectos es peligroso. Y es fácil que cada vez se
necesite una dosis mayor para conseguir los mismos efectos, con lo cual
existe un peligro de dependencia física ante consumos muy intensivos.
HEROÍNA. El regreso del 'caballo'
La vuelta de la heroína es una de las tendencias que los expertos
atisban en el horizonte. Y que esperan que no se confirme. Responde a un
hecho: el aumento de las producciones procedentes de Afganistán, que
hace presagiar que el incremento de la oferta genere su propia demanda.
"Me preocupa que en unos años pueda aparecer como algo atractivo para
los que consumen drogas", declara la delegada del Plan Nacional sobre
Drogas, Carmen Moya. Vuelve por vía del
chino -inhalada, quemándola con papel de plata- más que por vía de la jeringuilla. "Los
chinos,
en el mundo de los que buscan nuevas sensaciones, pueden entrar como un
reto más", dice la delegada. "No podemos bajar la guardia". La heroína o
caballo es una droga que se obtiene de la bellota de la adormidera asiática
(Papaver somniferum). Generalmente se distribuye en forma de polvo blanco o marrón.
1 CONSUMO Y EFECTOS
El
rebujao, como le llaman en Andalucía, es otra de las vías
por las que se está introduciendo entre los más jóvenes. Es decir,
heroína mezclada con base de coca. "Con las otras drogas no te da un
mono físico. Pero por tres euros de
rebujao eres capaz de matar
porque te vuelves loco", cuenta Rocío, joven sevillana de 21 años. La
heroína, tradicionalmente, se consume por vía intravenosa; pero el temor
al contagio del sida por compartir la jeringuilla ha hecho que muchos
de los adictos prefieran consumirla fumándola en
chinos (especie de cigarrillo fabricado con papel aluminio) e inhalando los vapores.
Es el más común de los opiáceos de origen natural (opio, morfina,
codeína) y de los de origen sintético (demerol, metadona...). Esta
última sustancia se emplea, bajo control médico, como sustitutivo de la
heroína. "Hemos podido detectar que la gente se vuelve a pinchar",
explica Juan Flores, que hace guardias en cuidados intensivos del
Hospital Arnau, de Vilanova (Valencia). "La heroína resulta más barata
que la cocaína; de ahí que veamos cómo vuelve a introducirse". Los
efectos que produce la administración de heroína son de euforia y
bienestar. Muchos consumidores dicen que la sensación es parecida a la
de un orgasmo. Inhibe el apetito y produce náuseas las primeras veces
que se utiliza. Y reduce el dolor. La contracción de las pupilas y los
sudores fríos son dos de los síntomas que experimenta el consumidor de
heroína.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
Los cuerpos de seguridad decomisaron 471 kilos de heroína en 2006, la
mayor parte en el interior del territorio nacional, lo que indica que
esa mercancía estaba destinada a su consumo en España. Teniendo en
cuenta que el año 2005 fueron decomisados sólo 174 kilos, los expertos
policiales tienen la sospecha de que este hecho es un indicador de que
se está produciendo un repunte en el consumo de esta droga. "Si hay más
mercancía, es porque hay gente dispuesta a comprarla. Los narcos no la
importarían si no hubiera clientes. El negocio es así", comenta un
inspector-jefe. El tráfico está en manos de clanes turcos, que la
trasladan a España a través de la llamada ruta de los Balcanes, aunque
recientemente utilizan países de la antigua URSS. El precio al por mayor
es de 20.000 euros/kilo, que se multiplica a la enésima potencia al
llegar al menudeo. El precio de un gramo ronda los 63 euros, según el
Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO).
3 RIESGOS PARA LA SALUD
Adictiva y destructiva, el abuso de la heroína está asociado con
consecuencias graves para la salud, incluyendo sobredosis mortal, aborto
espontáneo, colapso de las venas y, particularmente en el caso de los
usuarios que se la inyectan, enfermedades infecciosas incluyendo el
VIH/sida y la hepatitis. Entre los riesgos psiquiátricos que plantea, se
pueden producir alteraciones de la personalidad, problemas de memoria,
trastornos de ansiedad y depresión. La dependencia que genera hace muy
difícil abandonar su uso.
CANNABIS. La droga más extendida entre escolares
El hachís es la droga ilegal que más se consume en España", afirma un
policía especializado en la persecución de las grandes redes de
traficantes de esta sustancia, la mayoría marroquíes. El hachís y la
marihuana tienen una considerable presencia entre la población escolar.
La próxima Encuesta del Plan Nacional sobre Drogas revela que el consumo
empieza a descender entre los jóvenes de 14 a 18 años, aunque
prácticamente uno de cada tres adolescentes consume. "Antes, las drogas
tenían un cierto perfil contracultural; las fumaba el chamán, se
consumían por vicio o para curarse. Ahora se toman porque están ahí",
manifiesta Eusebio Megías, director técnico de la Fundación de Ayuda
contra la Drogadicción. "En los últimos años, no obstante, empieza a
ensombrecerse la imagen adornada del cannabis", afirma. "Hay un cierto
empeoramiento en general de la imagen de las sustancias".
1 CONSUMO Y EFECTOS
Ricardo tiene 19 años y hasta hace cuatro meses fumaba unos seis
porros al día. Motivo que sus padres consideraron suficiente como para
que ingresara en el programa de día de Proyecto Hombre, para intentar
deshabituarse. "Es que no hace falta llegar a consumos abusivos para
pedir ayuda, es mejor hacerlo cuanto antes, así se frena más
fácilmente", declara Manuel Orellana, director del programa de jóvenes
del centro sevillano de esta organización cuyas terapias resultan
gratuitas. Orellana apunta que una de las últimas novedades que han
detectado en este mercado es lo que llaman hachís
paquistaní, que está mezclado con opio "y produce más enganche".
El hachís es un preparado de la resina de la planta del cannabis. Se le conoce popularmente con los nombres de
chocolate, polen o
costo.
Se fabrica desprendiendo de las flores del cannabis los tricomas que la
cubren. De aspecto sólido, se hace maleable con el calor. Es de tonos
marrones con reflejos rojizos, negros, verdosos y dorados. Se suele
fumar en pipa o mezclado con tabaco, en forma de cigarrillo o porro. En
los últimos años se ha popularizado la marihuana y el autocultivo, las
plantaciones caseras. Relajación, desinhibición e hilaridad, tres
efectos del cannabis. Alteraciones sensoriales, dificultades para
expresarse con claridad, pérdida de la memoria inmediata, otros tres
efectos psicológicos.
"El problema con el cannabis es que se trivializa", declara Francisco
Herrera, médico. "Aparece asociado a la ecología, la solidaridad, la
búsqueda de la espiritualidad. Vemos a intelectuales minimizando sus
consecuencias en la televisión", añade. "Y aunque creo que el debate de
la despenalización tiene que estar sobre la mesa, debe llevarse a cabo
entre gente que sepa de lo que se está hablando". Herrera critica la
existencia de revistas dirigidas a los amantes del cannabis. Aún más
duro que él se muestra Eusebio Megías, de la FAD: "Puedo entender que
haya gente que defienda el derecho a consumir cannabis. Pero otra cosa
es promocionar el consumo". Consumir en espacios públicos o la tenencia
de hachís o marihuana para el autoconsumo puede suponer sanciones
administrativas que van de los 300 a los 30.050 euros.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
Las fuerzas de seguridad interceptaron en 2006 casi 460 toneladas de
hachís y detuvieron a 157.924 personas por su presunta relación con el
tráfico de esta droga. El año 2005, el volumen de aprehensiones fue
mayor: casi 670 toneladas. ¿Significa eso que puede haberse producido
una disminución en el consumo? "No. Creemos que no. Posiblemente, se
deba a que ha habido una menor producción a causa de unas malas cosechas
y, además, a que las autoridades marroquíes han empleado más medios
para luchar contra las mafias que controlan este negocio", opina un
veterano policía antinarcóticos.
El transporte de la mercancía desde Marruecos hasta la Península está
en manos de marroquíes que utilizan barcos y pateras, en muchas
ocasiones empleando las mismas rutas de las redes de inmigración ilegal.
Tras la implantación del Sistema integral de Vigilancia del Estrecho
(SIVE), los traficantes se han visto obligados a realizar sus
desembarcos de hachís en la zona más próxima a Murcia y la costa
levantina. El precio de esta droga en origen suele rondar en torno a los
600 euros por kilo, una cantidad que se duplica cuando llega a Madrid y
empieza a ser vendida en forma de chinas al por menor, según fuentes
policiales. El precio de un gramo de marihuana en la calle ronda los 3
euros, según el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado.
3 RIESGOS PARA LA SALUD
El consumo diario de hachís puede ralentizar el funcionamiento
psicológico del usuario. Según Energy Control, los porros no producen
una dependencia física, pero sí se puede desarrollar un enganche
psicológico que puede dificultar el abandono del consumo. El uso del
cannabis a largo plazo puede producir problemas de memoria, dificultades
de aprendizaje y esquizofrenia, según la psiquiatra Marta Llorens. Juan
Flores, médico que colabora con el Plan Nacional de Drogas, añade un
efecto que se produce en ocasiones: "Disminuye la secreción de
testosterona en los hombres y produce alteraciones hormonales que
afectan al ciclo menstrual y a la libido de las mujeres".
KETAMINA. El líquido emergente
Un anestésico que era usado por los veterinarios se ha convertido en
una de las drogas de moda. Es la ketamina, una sustancia disociativa con
gran potencial alucinógeno: le hace a uno sentir que está fuera de sí
mismo. Utilizada originalmente en medicina por sus propiedades
analgésicas y sobre todo anestésicas, la ketamina se vende por lo
general en forma de líquido incoloro e inodoro o como polvo blanco.
También se puede encontrar en cápsulas. Aunque se usa en círculos muy
reducidos, ya se oye hablar de fiestas ketamínicas.
1 CONSUMO Y EFECTOS
A dosis bajas resulta una droga estimulante y puede implicar una
cierta pérdida de coordinación y dificultades para pensar y hablar. La
visión borrosa es otra de las consecuencias de su consumo. A dosis altas
tiene fuertes efectos psicodélicos: desencadena en el usuario
alucinaciones, un viaje. En su versión en polvo, la gente se la
administra utilizando una llave y consume lo que llaman puntitas,
pequeñas dosis. ?Ya en el año 1965 se utilizaba para el coloque, pero en
España ha empezado a llegar a mediados de los noventa?, cuenta Eduardo
Hidalgo, de Energy Control. ?Su consumo es minoritario, pero va a más.
Es una sustancia de uso emergente?.
En raves, fiestas espontáneas ?en ocasiones ilegales? con banda
sonora de música electronica, la gente de Energy Control se ha
encontrado con que cerca del 50% de las consultas que recibían eran
sobre ketamina. En zonas de pubs o de marcha, no más del 3% de las
personas que se les acercaban tenía esa sustancia. Es fácil perder la
noción de quién se es y dónde se está al consumir ketamina. Incluso se
pierde la noción de con quién se está. Hay consumidores que han descrito
casos en que pensaban que se iban a morir. La keta o ka pertenece a la
familia de los depresores, en la que se incluyen el tranxilium y el
trankimazin. La mezcla con alcohol es peligrosa. En formato líquido y en
bote de cristal también se presenta el popper (nitrito de amilo). Se
inhala y a los pocos segundos produce euforia y deseo sexual.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
La policía decomisó 139 unidades de keta en 2006 (el 93,99% menos que
el año anterior). Hace unos días, la Guardia Civil se incautó de 5.000
frascos de popper destinados a su comercialización en saunas y sex shops
de Madrid.
3 RIESGOS PARA LA SALUD
Es una sustancia peligrosa que puede producir depresión respiratoria,
paro cardiaco y trastornos de ansiedad. Es fácil engancharse a la keta,
tiene un poder adictivo importante. Su uso continuado afecta a la
memoria y a la concentración. Es particularmente peligrosa en personas
con hipertensión, con problemas cardiacos o con problemas psicológicos. A
veces puede causar intoxicaciones y muerte por sobredosis, debido en
parte a que los usuarios desprecian o desconocen los riesgos. En cuanto
al popper, puede crear dependencia física y tiene un elevado riesgo de
sobredosis.
LSD Y SETAS ALUCINÓGENAS. Setas por Internet
Las setas alucinógenas son otra de las drogas de moda. Su venta por Internet y la comercialización, también en la Red, de
kits
de autocultivo han propiciado un auge de esta droga alucinógena. Sus
efectos son parecidos al del tradicional LSD, o dietilamida de ácido
lisérgico, la sustancia psicotrópica más potente que se conoce. Las
redes que controlan este tipo de drogas son muy pequeñas y trafican
basándose en el boca a boca.
1 CONSUMO Y EFECTOS
Los hongos alucinógenos proliferan por mor del autocultivo. "Hay
gente en Cataluña que accede incluso antes a las setas que al éxtasis",
cuenta Eduardo Hidalgo de Energy Control. Los consumidores dicen que las
setas se prestan menos que el ácido lisérgico a los malos viajes. Su
efecto, eso sí, dura cuatro horas frente a las diez que acredita el LSD.
Han entrado con buen pie en el circuito de drogas porque han sabido
venderlas como algo asociado al
rollito natural, al cultivo de
marihuana, al autoconsumo. Los consumidores suelen tomarla muy de vez en
cuando, como en el caso del LSD. Los hongos poseen una sustancia
altamente tóxica conocida como psilobicina. Tienen una apariencia muy
similar a los champiñones y crecen sólo en lugares húmedos. El LSD o
dietilamida de ácido lisérgico es la sustancia psicotrópica más potente
que se conoce. Su forma habitual de presentación (aunque existen otras
como pastillas, líquidos o polvo) es en papel secante, una especie de
cartoncito similar a un sello, que suele llevar dibujos variados
(Popeye, héroes de cómics, planetas, etcétera) y que se coloca bajo el
paladar.
2 TRAFICANTES Y PRECIOS
Las redes que controlan este tipo de drogas son muy pequeñas y trafican basándose en el
boca a boca.
La policía decomisó 1.090 unidades en 2006, lo que demuestra el escaso
consumo de LSD que hay en España, explica un policía de Estupefacientes.
Éste recuerda el mayor decomiso practicado desde que está en esta
unidad: "Hace unos años había un titiritero yanqui en Pamplona,
coincidiendo con las fiestas de san Fermín. Tenía una especie de tira de
papel que iba cortando en pedazos conforme se le iba acercado gente con
aspecto siniestro. Mosqueados, decidimos intervenir y, para nuestra
sorpresa, resultó que aquel tipo se dedicaba a vender pastillas de LSD".
Emparentada con el LSD está la mescalina (trimetoxifeniletilamina),
alcaloide de origen vegetal con propiedades psicodélicas y alucinógenas
de la que se decomisaron el año pasado 20 unidades.
3 RIESGOS PARA LA SALUD
Alucinaciones, pánico, cuadros psicóticos y
flashbacks, es decir, alucinaciones que vuelven tiempo después de haberse
comido el tripi.
¿Y el alcohol y el tabaco?
El alcohol es la droga que más estragos sociales causa: de salud, de
orden público, de violencia". Lo dice Eusebio Megías, director técnico
de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. "Es la que produce más
efectos crónicos", afirma el médico Juan Flores, asesor del Plan
Nacional sobre Drogas: "Los de la coca y el cannabis desaparecen al
dejar de consumir". El alcohol y el tabaco "crean diez veces más
mortalidad que las drogas ilegales", asegura Belén Bilbao, directora de
Drogodependencias del Gobierno Vasco: "Crean mucho más sufrimiento y
mucha más carga en términos de salud pública".
El alcohol, junto al tabaco, es la gran droga legal. La que encabeza
todas las listas de consumo: un 76,7% de la población la toma, según el
Plan Nacional sobre Drogas. España es hoy el séptimo país del mundo en
cuanto a consumo per cápita, con 10,5 litros de alcohol al año. El
alcohol causa en nuestro país entre el 10% y el 15% de las urgencias, el
4% de los ingresos hospitalarios; y se estima relacionado con más del
30% de los accidentes mortales de tráfico y entre el 15% y el 25% de los
accidentes graves de tráfico. En total, algo más de 10.000 personas
mueren en España al año por causas relacionadas con el consumo excesivo
de alcohol, según fuentes del Ministerio de Sanidad. El patrón de
consumo, eso sí, ha cambiado a lo largo de los años. Se ha pasado de un
modelo mediterráneo (todos los días, repartido a lo largo del día, mucho
vino) a un patrón nórdico (consumo concentrado en poco tiempo,
emborracharse por la vía rápida, alta presencia de destilados).
El consumo de alcohol por los adolescentes es mucho más que un
problema de botellones o resacas. El impacto de la bebida en unos
cerebros que están todavía en periodo de formación hará que al menos uno
de cada tres jóvenes que empiezan a beber a los 14 ó 15 años tenga en
el futuro que enfrentarse a una adicción a la bebida. Según Aaron White,
de la Universidad de Duke (Carolina del Norte), puede ser aún peor: en
el alcoholismo influyen aspectos biológicos y también sociales; si en la
familia del menor hay antecedentes de alcoholismo, la proporción de
futuros adictos llega al 48%. Los resultados en otros tramos de edad son
coincidentes. Para los que empiezan a beber a los 13 años o antes, las
proporciones de futuros alcohólicos son del 26% si no hay antecedentes
familiares y del 57% si éstos existen. La tendencia disminuye con la
edad.
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