sábado, 31 de mayo de 2014

Alcoholismo y mujeres


En nuestra sociedad el consumo de alcohol es más que aceptado. Es frecuente, por ejemplo, que una persona que no bebe en un evento social reciba miradas de desaprobación por parte de los presentes. Seguramente te ha sucedido alguna vez. Lo importante es evitar caer en el consumo excesivo de alcohol, ya que el alcoholismo puede dañar tu salud seriamente.
El alcohol es una droga y la dependencia a su consumo, llamada alcoholismo, es una enfermedad crónica con graves efectos para tu salud. Lo puedes reconocer por la necesidad constante de ingerir bebidas alcohólicas en cualquier situación y sin control alguno.
La dependencia se vuelve más fuerte que la responsabilidad ante situaciones cotidianas como asistir al trabajo, cuidar a los hijos o atender compromisos previamente adquiridos. Un solo trago y ya no puedes parar.

Más propensas

En años recientes, el consumo de bebidas alcohólicas por parte de la población femenina superó de forma importante al registrado por la masculina. Estadísticas del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo revelan que el 60% de las mujeres es Estados Unidos consume, como mínimo, una bebida alcohólica al año. Entre las bebedoras, 13% consume más de siete bebidas alcohólicas por semana, una cifra que podría considerarse peligrosa.
Por su constitución física (menos masa muscular y mayor índice de grasa) la mujer es más propensa a sufrir de las manifestaciones negativas del consumo de alcohol. La ingesta de la misma cantidad y calidad que un hombre la puede afectar de una forma más intensa, no sólo porque las mujeres se emborrachan más rápidamente, sino que los efectos duran por más tiempo y las enfermedades asociadas aparecen más rápidamente.

Consecuencias indeseadas

Son muchas las consecuencias en la salud del consumo excesivo de alcohol, las principales incluyen enfermedades hepáticas como la cirrosis y el aumento del riesgo de desarrollar cáncer. Varias investigaciones sugieren que la ingesta excesiva de alcohol puede aumentar el riesgo de contraer varios tipos de cáncer incluido el de mama y de otras patologías como cardiopatías, hipertensión y depresión.
Sin embargo al igual que para los hombres, las consecuencias del alcoholismo no son sólo físicas, sino también familiares y sociales. Estudios recientes han demostrado que las mujeres bebedoras son más propensas a ser víctimas de violencia sexual y la gran mayoría de los casos de matrimonios donde uno de los miembros de la pareja tiene problemas con el alcohol terminan en divorcio.
La identificación temprana y el apoyo emocional son elementos vitales para enfrentar el problema.

¿Cómo identificarlo? Estos son algunos síntomas:
- Frecuentar reuniones sociales religiosamente una vez cada semana y beber más de una copa.
- Si los padres niegan el permiso de salir a una fiesta o reunión y se manifiesta rebeldía.
- Frecuentar bares, antros o lugares donde preponderantemente lo que se consume es alcohol para hacer una reunión de "amigos".
- Actitud de apatía ante las obligaciones de casa, escolares y buscar cualquier pretexto para salir en busca de los "amigos".
- Cualquier evento: reunión social, familiar, juego deportivo, cumpleaños, vacaciones, etc, es motivo para comprar alcohol en cualquiera de sus presentaciones, cerveza, vino, champagne, vodka, tequila, mezcal, etc.

Es importante que consideres lo siguiente: El alcohol es la droga reina, porque es la primera y por la que se acompaña y se continua por el camino de las demás: heroina, marihuana, pastillas, anfetaminas, cocaína, etc.
Si eres una persona, hombre o mujer, que se te dificulta relacionarte en tu entorno familiar, social o escolar y
bebes o te drogas; o si sientes la necesidad imperiosa de hacer cualquier cosa por pertenecer a cierto grupo de personas, no lo pienses, te encaminas a tu propia destrucción. Acércate, nosotros te entendemos y te podemos ayudar: Jóvenes AA Tel. 01(55) 5515-1096
 Elan V.

 

lunes, 24 de febrero de 2014

LOCURA


En los grupos JÓVENES que nacimos del grupo y el apadrinaje de su fundador Jaime M. No inventamos nada, ni nos sacamos las cosas de la manga. Lo que de hecho nos hace "diferentes" es el respeto al programa de los doce paso para el alcohólico y las doce tradiciones para el funcionamiento del grupo. Un sello característico de estos grupos JÓVENES es que toda la membresia se "apadrina" sin importar el tiempo. Jaime M. se refería así, siempre en juntas de estudio o apadrinaje, que aquellos compañeros que no se apadrinaban era mediocres, y si estos sin apadrinarse tenian ahijados: "el mediocre apadrina al mediocrito, y el mediocrito al mediocritito, y el mediocrititito al mediocrititito..." y asi se iba la cadena de gente mediocre. A partir de la muerte del fundador, esta práctica se empieza a volver común. No es de extrañar que grupos se cierren o empiezen a distorsionar el programa y las tradiciones.
Un principio básico, elemental del programa es "la honestidad" con uno mismo. Esto significa que para ser honesto tengo que empezar conmigo mismo, siempre, donde me encuentre, pues mi vida esta de por medio. Sin honestidad, dice el primer paso, mi sobriedad será muy precaria, limitada, escaza, mínima, es decir no tendré fortaleza ante el alcohol, ese asaltante despiadado que esta esperando exactamente eso: que puedo hacer pendejadas y que las puedo ocultar a la "conciencia".
Tú, puedes hacer de tu vida un papalote, pero si apadrinas no puedes jugar con la vida de los demás. Recuerda que existe el boomerang, el rebote, el karma, y esto es un axioma dentro de AA. ¿Lo dudas? Puedes hacer la prueba. Si cometíste una deshonestidad, el lugar para reconocerlo es tu grupo. Si algún pendejo te dice que eso vayas y agarres de bacinica a otro grupo, otra tribuna para curarlo y sigas aparentando en tu grupo que no pasa nada, puedes, sin dudarlo, mandarlo a que vaya a ver si puso la marrana. Y busca alguien que si se apadrine, pero no con su mente. Tener padrino es un acto de buena voluntad en AA, que Bill y Bob siempre practicaron.

Felices 24 horas.



sábado, 1 de febrero de 2014

LA AYUDA EN JOVENES ALCOHOLICOS ANONIMOS


"La ayuda" en los grupos Jóvenes AA, es cuando un compañero sube a tribuna y se dirige a otro compañero en la sala de manera directa, "echándole humildad" para que lo escuche. El tribuno entonces se referirá a las actitudes que persisten en el compañero que escucha y que le obstruyen o le impiden crecer en el programa. Esta ayuda se dará una sola vez por parte de quien la da, con buena voluntad, porque el que cambie o no sus actitudes dependerá, más que de una ayuda, de su voluntad.

¿Qué NO es una ayuda?

- Subir a tribuna y dirigirse a un compañero con la intención de hacerle saber nuestra aversión. Será más sano para el que está en tribuna, hablar de sus propias actitudes que encuentra reflejadas en el compañero.

- Subir a tribuna y pedirle a alguien que se siente en primera fila para que lo escuche; esto es sinónimo de miedo y mala voluntad. Pues lo que se pide es que "nos escuche" y para escuchar se puede escuchar perfectamente en cualquier parte de la sala.

-Subir a tribuna y exigirle a quien escucha cosas absurdas como: agachar la cabeza, la mirada, que deje de fumar, que no se ria, que no se mueva, o quizá en el paroxismo intolerante: que no respire!

En las ayudas existe una ley inquebrantable:

-EL QUE LA DA. Si lo ha hecho con buena voluntad, el compañero crecerá en muchos aspectos de su recuperación.  Si lo hecho con mala voluntad, el compañero se dañara espiritualmente.

-EL QUE LA RECIBE. Si escucha con buena voluntad, el compañero tomará lo mejor, si lo hay, y lo utilizará para ser mejor. Si escucha con mala voluntad, el compañero se dañara emocionalmente.